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Cuando un bebé llora y muestra signos de incomodidad, es natural que los padres sientan una mezcla de angustia y desesperación, especialmente si no logran identificar de inmediato la causa del malestar. Durante esta etapa, son comunes las infecciones y algunas enfermedades como los resfriados, que pueden causar dolor de garganta y otros síntomas.
El dolor de garganta no es por sí solo un motivo para acudir a los servicios de emergencia, pero es importante saber identificarlo y conocer cuáles son los mejores métodos o remedios para aliviarlo.
En este artículo abordamos las causas del dolor de garganta en los bebés, te explicamos cuáles son los síntomas a los que debes prestar atención, y cómo reconocer cuándo es necesario ir al médico. Además, te compartimos algunas recomendaciones sobre prevención y tratamientos para aliviar el dolor de garganta en los bebés.
ÍNDICE
¿Causas del dolor de garganta en los bebés?
Las causas por las que un bebé puede experimentar dolor de garganta son muy variadas, e incluyen desde infecciones que afectan las vías respiratorias hasta irritaciones o inflamaciones que se producen debido a ciertas enfermedades. Hay que tener presente que durante la primera infancia el sistema inmunológico de los niños no se ha desarrollado por completo, y debido a ello son más vulnerables.
En la mayoría de los casos no se trata de algo grave, pero es importante prestar atención a los síntomas y conocer cuáles son las enfermedades o infecciones qué pueden estar detrás del dolor de garganta en los bebés. Según Healthline, las causas más comunes son:
- El resfriado común: esta infección viral no solo produce congestión y goteo nasal, sino que puede venir acompañada de dolor de garganta. Las estadísticas señalan que hasta que su sistema inmunológico se desarrolla y madura, los bebés pueden experimentar hasta siete resfriados durante su primer año de vida.
- La amigdalitis: es otra infección viral, que se caracteriza por la inflamación de las amígdalas, lo que puede generar malestar e incomodidad en los bebés. Por lo general, esta infección produce síntomas adicionales como dificultad para tragar, fiebre y un llanto con sonido rasposo.
- La enfermedad de manos, pies y boca: causada por una variedad de virus, esta enfermedad es una de las más comunes en los niños menores de cinco años, incluyendo a los bebés. Uno de sus síntomas más importantes es el dolor de garganta, pero también está acompañada de fiebre, ampollas o llagas en la boca, y erupciones rojas en las manos y los pies.
- La faringitis estreptocócica: a diferencia de las causas anteriores, la faringitis se produce por una infección bacteriana. No es muy común en los niños menores de tres años, pero puede ocurrir y causar dolor de garganta en los bebés.
Lo más importante para identificar de qué se trata es prestar atención a los síntomas, ya que algunos de ellos pueden ser particulares de cada tipo de infección o enfermedad. En caso de tener dudas y que el malestar se prolongue, es necesario consultar a un especialista para que se evalúe si se trata de una infección vírica, en la que se tratarán los síntomas y las molestias del niño, o por el contrario una infección bacteriana, que puede requerir la administración de antibiótico bajo prescripción médica.
Síntomas del dolor de garganta en los bebés
Al igual que las causas, los síntomas también son muy variados y la mayoría de los padres los suelen pasar por alto. El llanto, que es uno de los más comunes, se puede asociar a sueño, hambre, malestar estomacal u otras razones más, por ello es necesario prestar atención a señales particulares que puedan indicar que el bebé está experimentando dolor de garganta.
Estos son algunos de los síntomas que pueden acompañar el dolor de garganta en los bebés, y estar relacionado a un determinado tipo de afecciones:
- Sudor o escalofríos.
- Tos.
- Dificultad para tragar.
- Dificultad para respirar.
- Piel o labios de color azul.
- Ganglios linfáticos agrandados y sensibles en el cuello.
- Nariz tapada o congestionada.
- Erupciones cutáneas.
- Manchas blancas o con pus en las amígdalas.
- Flema amarilla o verdosa y secreción nasal.
Estos síntomas se pueden presentar de manera individual o combinados. Esto es algo clave, ya que algunos de ellos, no representan un problema por sí solos.
La dentición infantil, por ejemplo, puede generar cambios en la alimentación y dificultades para tragar, pero es algo normal y no está asociado a otros síntomas, no produce dolor en la garganta. Por otra parte, las erupciones cutáneas, la flema y la congestión nasal, pueden ser un indicador de enfermedades como el resfriado común o como la enfermedad de manos, pies y boca.
También hay que evaluar cuál es la relación de la fiebre con el malestar, ya que cuando se presenta fiebre sin otros síntomas como los que ya señalamos, es posible que se deba a una infección bacteriana o viral.

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¿Cuándo acudir al pediatra?
Aunque muchas veces el dolor de garganta puede ser algo pasajero y no representa ningún motivo de preocupación, en otras es necesario consultar a un pediatra. Medical News Today explica esto y resalta algunas de las señales de alerta a las que le deben prestar atención los padres y que son motivo de consulta con su médico o pediatra:
- Si el bebé tiene menos de 12 meses y presenta fiebre.
- Si deja de comer y rechaza la leche materna.
- Si se presenta una hinchazón visible en la parte posterior de la garganta.
- Si no mejora con el tratamiento en casa y parece más enfermo.
Hay otros casos en los que es necesario acudir de forma inmediata a los servicios de emergencia, ya que se pueden presentar complicaciones graves para la salud del bebé. Algunas de ellas son que se presenten signos de dificultad para respirar, o que el bebé sufra convulsiones o de pérdida de la conciencia.
Por lo general el dolor de garganta desaparece después de una semana, por lo que, si los síntomas persisten, es posible que se trate de una condición médica que requiere de un diagnóstico profesional y de un tratamiento muy específico. Los médicos suelen recetar medicamentos para tratar la fiebre y antibióticos para los casos confirmados de infecciones bacterianas.
Es importante que los padres eviten hacer un diagnóstico por cuenta propia y comprar medicamentos sin que un médico los haya recetado, ya que pueden poner en riesgo la salud del bebé. Consulta siempre con tu doctor. Este artículo cumple con un propósito educativo e informativo, y no reemplaza de ninguna manera la opinión de un profesional de la salud.
Diagnóstico y pruebas médicas
El diagnóstico de enfermedades relacionadas al dolor de garganta en los bebés solo lo puede hacer un médico, a través de una evaluación de los síntomas, y en caso de ser necesario, a través de pruebas de laboratorio muy específicas.
Según Mayo Clinic, el procedimiento de diagnóstico por síntomas como dolor de garganta incluye la observación de la garganta, los oídos y las fosas nasales con un instrumento iluminado; el tacto del cuello para verificar si hay glándulas inflamadas; y el uso del estetoscopio para escuchar la respiración y determinar si se trata de una infección en las vías respiratorias.
Si esto no es suficiente para determinar la causa del dolor de garganta, se pueden realizar pruebas como un hisopado faríngeo, con el que se puede saber si hay bacterias como la bacteria estreptocócica, que está relacionada a la faringitis estreptocócica.
El pediatra también puede solicitar otros exámenes si considera que el dolor de garganta podría estar relacionado con otras afecciones. Cada caso tiene sus propias particularidades y es necesario esperar a que el médico señale cuáles son las pruebas que se deben realizar.

Tratamientos para el dolor de garganta en los bebés
Existen una gran cantidad de tratamientos y remedios caseros para aliviar al bebé y controlar el dolor de garganta. Algunos padres, por ejemplo, toman medidas como bañar al bebé para bajar la fiebre, o hacer duchas de vapor para aliviar la congestión nasal.
Todo depende de los síntomas, ya que en función de ello se puede determinar si basta con los remedios caseros o si es necesario acudir a un especialista y hacer uso de ciertos medicamentos.
De cualquier manera, es fundamental tener mucho cuidado con lo que se decide hacer, ya que existen algunos remedios que pueden afectar al bebé y complicar aún más la situación. La miel, por ejemplo, aunque parezca que puede aliviar el dolor de garganta en los bebés, está contraindicada, ya que su consumo en niños menores de un año está asociada a una enfermedad conocida como botulismo, que puede llegar a ser mortal.
Por otra parte, los medicamentos para la tos y los descongestionantes no son seguros en los niños pequeños ni en los bebés. Incluso el uso de medicamentos para bajar la fiebre en niños y bebés puede suponer un riesgo si no se utilizan de la manera adecuada.
Antes de recurrir a un remedio casero o al uso de ciertos medicamentos, es necesario consultar a un pediatra. La salud de los niños es muy delicada y no se pueden tomar decisiones a la ligera.
Prevención del dolor de garganta en los bebés
Kids Health habla sobre las formas en las que se puede prevenir el dolor de garganta en los bebés, y resalta que lo más importante es tomar medidas de higiene en casa y hacer lo posible por tener hábitos saludables. Los niños no deberían compartir vasos o utensilios de comida con otras personas, y no deberían estar en contacto con personas con enfermedades como el resfriado común.
Las medidas que se pueden tomar son muy variadas, solo hay que informarse bien sobre el tema. Para profundizar más en esto y entender las recomendaciones que te comentamos recientemente, te sugerimos leer nuestros artículos sobre los beneficios de la lactancia y sobre los cuidados de un bebé prematuro.